Se conmemora hoy, 2 de abril, un nuevo aniversario del inicio de la «Operación Rosario» en 1982.
Una fuerza conjunta de la Armada y el Ejército desembarcaron en las Islas Malvinas después de 149 años. Su misión fue desembarcar en las islas y desalojar a las fuerzas militares y a las autoridades británicas sin producir bajas militares ni civiles.
El grupo principal rodeó y capturó el cuartel de la guarnición británica. En simultáneo otro grupo ocupó la casa del gobernador y lo intimaron para lograr la rendición.
La operación inicial tuvo la primera baja argentina, con la muerte en combate del mendocino Pedro Edgardo Giachino quien cayó por el fuego de la resistencia inicial de los Royal Marines que defendían la Casa del Gobernador.
“Señor, sólo dos cosas te pido: la victoria y el regreso… Pero si sólo una has de concederme, ¡que sea la victoria!” Este lema, de la Agrupación de Buzos Tácticos, estaba bordado en el uniforme del capitán Giachino
Los hechos.
La noche caía aquel 1º de abril cuando el submarino ARA Santa Fe, en superficie, desembarcó una decena de buzos tácticos en las proximidades de Cabo San Felipe, el punto más oriental de la isla Soledad, con la misión de controlar que las playas elegidas para el desembarco estuvieran despejadas. Los comandos utilizaron canoas y botes de goma con remos, en una sigilosa y, a la vez, riesgosa navegación de varias millas, y luego de una primera observación comprobaron movimientos sospechosos, tras lo cual se retiraron sin ser vistos por los Royal Marines. La corazonada era cierta: al día siguiente se comprobó la existencia de posiciones del enemigo, el cambio de playa recomendado había evitado un gran número de muertes.
No había concluido el 1º de abril cuando el cabo principal Carlos Cequeira, de 27 años, logró ser el primero que hizo pie firme en Puerto Enriqueta. El objetivo de su comando era adelantarse a las unidades de tareas y asegurar la cabecera de playa para permitir un seguro desembarco de las tropas, situación que ocurrió cerca de la 1 AM del 2 de abril. Una vez en tierra, la fuerza se dividió en dos patrullas: una se dirigió a tomar el cuartel de los Royal Marines en Moody Brook y la otra, al mando del capitán Pedro Edgardo Giachino, la Casa de Gobierno.
Con el despuntar del amanecer, el destructor Santísima Trinidad y la corbeta Granville ocuparon sus posiciones para dar apoyo de fuego al asalto anfibio. Mientras tanto, el Cabo San Antonio, escoltado por el destructor Hércules y la corbeta Drummond, ingresaban a Puerto Groussac, al norte de Puerto Argentino. A las 6.15 comenzó el desembarco de los vehículos anfibios a oruga (VAO’S) repletos de infantes de marina del BIM 2 y del Batallón de Artillería de Campaña. Ellos debían tomar el aeropuerto con el apoyo de fuerzas helitransportadas del Regimiento de Infantería 25, desde el rompehielos Almirante Irizar, limpiar los obstáculos de la pista y habilitar a partir de las 8.30 el aterrizaje los Hércules C-130 de la Fuerza Aérea con el grueso de las tropas del Regimiento de Infantería 25.
Como consecuencia de estas acciones comenzaron a suscitarse los posteriores acontecimientos.
El mismo 2 de abril el General de División Osvaldo García se hizo cargo del gobierno interinamente de las Islas Malvinas. Ordenó así el Apostadero Naval Malvinas, y la partida de los militares ingleses y el Gobernador colonial, con destino a Montevideo.
Simultáneamente Londres advirtió que se aplicarán sanciones económicas y resolvió el envío de las fuerzas de tareas en “acción punitiva” al Atlántico Sur.
Por estos acontecimientos, se reunió el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para tratar el tema, mientras que en Londres la Corona Británica anunciaba la ruptura de las relaciones con Argentina.
En tanto, en la ciudad de Buenos Aires se comenzó a congregar una multitud frente a la Casa Rosada. La gente salió a la calle en todo el país y celebró el anuncio oficial de la recuperación de las islas.
“Las Malvinas fueron, son, y serán siempre argentinas”
8Digital en homenaje a nuestros héroes.
Con datos del Archivo General de la Nación, y textos de Agustín Barletti; escritor y periodista, autor del libro “Malvinas entre brazadas y memorias”, y.