La captura de un sujeto que se encontraba en el radar de los detectives desde hacía días se concretó en el departamento de Malargue por el accionar de los efectivos de Investigaciones que, en silencio, siguieron los pasos del presunto femicida; precisamente el mismo día en que fueron encontrados los restos carbonizados de quien, se presume, se trataría de la mujer desaparecida en Las Heras.
El sujeto ya había sido interrogado, e incluso le habían secuestrado su teléfono celular para peritarlo este sábado, después de que una cámara de seguridad de una estación de servicios lo detectara cerca del barrio Jardín Aeroparque con una mujer la madrugada del sábado 1 de este mes. Luego de la incautación del aparato, el sujeto, identificado como Néstor Jesús Gabriel Rabanos, de 37 años, dejó el Gran Mendoza y se refugió en el departamento sureño.
María Alejandra Cuevas, de 48 años, dejó de ser vista el viernes 31 de enero después de que saliera de trabajar en un geriátrico de Ciudad.
Si bien la tarde de este miércoles restaba la confirmación oficial para conocer la identidad de la víctima, mediante estudios genéticos con los restos óseos, para los detectives de Investigaciones se trataba de la mujer que buscaron desde los primeros días de este mes, cuando su familia radicó la denuncia judicial por averiguación de paradero y se activó el protocolo de femicidio para esa época.
Los investigadores establecieron que la víctima mantenía una relación cercana con el ahora detenido desde hacía un tiempo. Debido a esto, es que luego de encontrar a una mujer asesinada este miércoles por la mañana, Rabanos, quien presentaba antecedentes por tenencia de estupefacientes, amenazas y robo, quedó en la mira como sospechoso.
Lo capturaron rápidamente por orden del fiscal Gustavo Pirrello, quien venía investigando el paradero, debido a que los efectivos de Búsqueda de Personas sabían que había viajado a Malargüe luego del procedimiento que permitió secuestrar su teléfono celular.
Además, en la causa por el paradero declaró una compañera de trabajo de Cuevas Martínez, quien caminó algunas cuadras con ella antes de su desaparición. La testigo contó que la mujer de 48 años había hablado por teléfono con un hombre y que había pactado encontrase con él minutos después.
Si se confirma próximamente que los restos calcinados hallados en el loteo de calle Eva Duarte de Perón pertenecían a Cuevas Martínez, Rabanos será acusado por femicidio, calificación que prevé prisión perpetua en caso de ser hallado culpable.