Enero cerró con un 1% de acuerdo al IPC (Índice de Precios al Consumidor), casi la mitad de la evolución dada por el INDEC, sostenido en esparcimiento y servicios básicos.
Sin embargo, una familia «tipo», compuesta por dos adultos y dos niños, necesitó en enero $1.033.716 para no ser considerada pobre y $453.384 para no ser considerada indigente.
Frente al inédito valor, el más bajo de los últimos 5 años, que calculó la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de la provincia, el valor de la inflación medido por Indec arrojó 2,2%. Ambas mediciones del IPC venían de un diciembre de paridad absoluta (2,7%).
En Mendoza, al rubro esparcimiento, el de mayor evolución de precios en enero (2,7%), le siguieron los gastos agrupados en Vivienda y Servicios Básicos (2,3%), Educación (1,6%) y Alimentos y Bebidas (1,1%).
En 2020, el aislamiento forzoso por la pandemia que impactó en la actividad económica hizo caer los índices. Con 36,1% anual, había llegado a perforar el 2% por mes. Algunos capítulos «pesados» de la canasta crecieron menos o directamente dieron negativo.
Es el caso de indumentaria, que tuvo una merma llamativa de precios (-0,5%), sumado a transporte y comunicaciones, otro de incidencia en el IPC, pero con un alza de apenas 0,4%.
El terceto de los rubros que menos se encarecieron terminó completándose con Atención médica y gastos para la salud. A diferencia de meses anteriores en que medicamentos y cuotas de empresas de medicina prepaga «movieron la aguja», este apartado abrió el 2025 con idéntico valor del índice general: 1%.
Así, en el último año (desde enero del 2024), la inflación acumulada en términos de medición oficial del costo de la canasta básica acumula 75%. Un valor que también aventaja al de INDEC por diez puntos.
En tanto, según el INDEC, los números son diferentes
El 2,2% de enero se explica sobre todo por la variación en restaurantes y hoteles (5,3%), seguido por tarifas, combustibles y alquileres (4%). En un tercer escalón quedó el 2,5% del capítulo Recreación y Cultura.