El mes de febrero de 2019 -no hace tanto- el productor tunuyanino Eber Albano Pérez Plaza protagonizó un hecho que todos los valletanos, sin distinción de colores, acompañamos y adherimos; ante la gravedad de lo que denunciaba.
Corrían tiempos de Macri en la presidencia, y la situación de los productores del Valle de Uco -en términos de rentabilidad- atravesaba un aciago momento. Dicho en criollo, la producción no valía nada.
Pérez Plaza, un hombre «del palo» de los productores locales, junto a Pedro Manzano -otro productor víctima de la inoperancia gubernamental en cuestiones de agro; regalaron por aquellos días sus productos en la plaza departamental de Tunuyán.
Es decir, visibilizó un atropello a nuestro principal recurso. ¿Cómo no acompañar o -al menos- simpatizar con eso?
“Si se los regalamos a la fábrica, ¿cómo no se los vamos a regalar a la gente del pueblo?”, decía entonces Pérez Plaza. ¿Y qué valletano no acompañaría este reclamo?
Quien más, quién menos; de los nacidos en este noble rincón del país sabíamos de qué hablaban estos productores.
“Nos atraviesa la tarifa del combustible agropecuario, la tarifa de luz… Y eso se puede ver en la cantidad de kilos que perdimos:una fruta que podría haber pesado 250 gramos hoy pesa 150 por falta de eficiencia dada la coyuntura”, explicaban por ese entonces.
Hoy, Eber Albano Pérez Plaza, aquel productor indignado; pasó al otro lado del mostrador.
Macri ya no es gobierno, y conduce el oficialismo nacional un compañero de militancia.
Ante la renuncia de Alejandro Bermejo este miércoles a su banca como diputado nacional, Pérez Plaza deberá reemplazarlo en la cámara baja, por haber sido candidato en cuarto lugar y corresponder por género.
Sin embargo, las circunstancias han cambiado, y dado que integrará el conjunto de legisladores oficialistas, deberá verse en la encrucijada de defender las decisiones nacionales que han llevado a que, por ejemplo; el valor del combustible que reclamaba en febrero del 2019 (con Macri), haya aumentado seis veces en lo que va de este año (con Alberto).
O, que como sostenía en febrero del 2019, «un durazno de industria de buena calidad debería valer US$ 0,35, y uno de segunda, US$ 0,25. “¿Por qué decimos dólar? Porque las tarifas, el gasoil, los agroquímicos y muchos insumos más están dolarizados. Entonces si ellos se demoran en pagar, que lo hagan, nosotros queremos cobrar en precio dólar y no en pesos como siempre nos hacen, y cuando ellos quieren”. Y a ciencia cierta, hoy nadie sabe exactamente cuánto debería pagarse, y sobre todo, cómo.
En una palabra, difícil tarea para Eber. Porque el que manda ahora es propia tropa. El equipo económico y de gestión también. Y las explicaciones a sus pares deberán ser coherentes, sobre todo cuando le pregunten «Y..? que estás haciendo, ahora que llegaste, por nosotros?».
Hay una esperanza entre los productores y, ¿por qué no? de los valletanos en general, en tanto que uno de los suyos tiene ahora la posibilidad del famoso «algo podrá hacer«.
Y en esto coincidimos todos, igual que en febrero del 2019: más allá de los colores de cada uno, el problema del productor agrícola, es un problema de todos.
Según Aveiro, Intendente de Tunuyán, «Es un pequeño productor que es parte de un grupo de pequeños bodegueros que ha trabajado en un grupo solidario asociativo. Es netamente vitivinícola. Una persona sencilla y humilde y de nuestro querido Tunuyán«.
«No es de la política y tampoco es de hacer política. Es muy defensor de los productores», adhirió.
Ojalá no defraude.