La víctima tenía 36 años.
El cadáver de una argentina de 36 años, oriunda de la provincia de Mendoza, fue encontrado en la localidad de San Andrés Cholula, estado de Puebla en México, con heridas de arma de fuego y signos de golpes en distintas partes del cuerpo.
La víctima fue identificada como Fátima Estefanía Martín y el caso se investiga como femicidio. A pesar de que el cuerpo fue hallado el pasado 14 de septiembre, el caso tomó repercusión en las últimas horas.
Las autoridades dieron a conocer que la mujer presentaba lesiones en el pómulo izquierdo y en la mandíbula, sumado a contusiones en la cara y hematomas en el brazo izquierdo.
La policía descubrió a Fátima con las piernas envueltas en bolsas de residuos y, junto a ella, sus pertenencias: una gargantilla, aros de varios colores y zapatillas.
La mendocina vivía en México desde hace siete años y trabajaba en una agencia inmobiliaria. Tenía planificado regresar a la Argentina, el pasado 13 de septiembre, para concurrir al casamiento de un sobrino. El último contacto que la víctima mantuvo con la familia fue el viernes pasado. A partir del fin de semana, no se supo más nada de ella hasta ser encontrada sin vida.
“El domingo por la noche me escribió un amigo de ella preguntándome si había llegado y me empezó a hacer preguntas y a alertar que estaba preocupado”, contó Ana, una de sus hermanas. En ese contexto, el amigo, al que las autoridades mexicanas definieron como su pareja, se dirigió hasta el departamento de Fátima, donde comprobó, mediante cámaras de seguridad, que había salido y que nunca regresó.
Luego de eso, el miércoles a primera hora, el joven le envió la reserva de vuelo a Ana, quien se comunicó con Latam. Desde la aerolínea le confirmaron que la mendocina no había subido al avión, pese a que el pasaje estaba pago.
Al mediodía, la presunta pareja, hizo la denuncia a la Policía. Más tarde se comunicaron con él desde fiscalía para avisarle que había un cuerpo sin identificación, que había aparecido el sábado en San Andrés Cholula, una localidad cercana a la que vivía Fátima.
Finalmente, el hombre reconoció el cadáver. Era Fátima. “Nosotros queremos saber qué pasó, quién la mató”, pidió su familia.