En un juicio abreviado Matía Sicre fue condenado a 4 años de prisión efectiva y Diego Sicre a 2 años en suspenso.
Han pasado casi dos años de la muerte de Carlos Amieva (52) que conmocionó al Valle de Uco. Aquel 20 de enero, esa pelea callejera que derivó en el crimen en Tunuyán del reconocido entrenador de vóley terminó con la detención de dos sospechosos de haberlo agredido.
Matías Javier Sicre (24) y su tío Diego Cristian Sicre (30) son los dos acusados. A lo largo de la investigación, el segundo de ellos quedó desvinculado del asesinato porque la reconstrucción apuntó a que no fue quien golpeó al profesor de Educación Física. Distinto el caso de su sobrino, que llegó a esta instancia imputado por homicidio simple con dolo eventual.
Esta semana comenzaría el jucio en donde las partes iban a discutir sobre la calificación legal del hecho. Sin embargo, llegaron a un acuerdo para finalizar la investigación en un juicio abreviado. Tanto la Fiscalía como la defensa y el abogado de la familia de Carlos Amieva, Federico Zeid, realizaron el pacto.
El acuerdo determinó condenar a Matías Sicre a 4 años de prisión efectiva por homicidio preterintencional y a Diego Sicre a 2 años en suspenso. En su caso ya estaba en libertad desde hace varios meses.