Para evitar un impacto en la inflación.
El Gobierno Nacional decidió posponer los aumentos previstos en las tarifas de luz y gas correspondientes a julio, según confirmaron fuentes oficiales del Ministerio de Economía a distintos medios nacionales.
De esta manera, los precios quedarán congelados por, al menos, un mes. De esta manera, el ministro Luis Caputo postergó el ajuste mensual que iba a estar atado a una fórmula de estimación de inflación futura, aún no diseñada.
Esta medida, tiene la finalidad de evitar una escalada en el costo de vida, Caputo decidió volver a postergar la entrada en vigencia de la mayor parte del aumento de impuestos a los combustibles previstos a partir del 1 de julio. A pesar de la medida, las naftas y el gasoil se incrementarán hasta 7 por ciento desde el lunes.
La determinación de frenar las tarifas de la energía y el gas ocurre en medio de un contexto en el que las estimaciones privadas de inflación marcaban malas noticias para el bolsillo con un repunte en junio, que interrumpiría la tendencia de desaceleración registrada en lo que va del año. Más específicamente, luego del 4,2% de inflación de mayo, en junio la suba de precios ya mostraba un rebote, según los privados, en torno al 5,5%. Además, desde Hacienda informaron que Caputo consideró el componente de la estacionalidad. En el invierno, el consumo de gas suele ser mayor y, en consecuencia, lo que pagan los usuarios también. Por lo tanto, este congelamiento puso un freno a los aumentos del mes pasado, que habían sido de entre 9% y 33% en gas y entre 23% y 156% en electricidad.
Sobre los combustibles, el Gobierno Nacional autorizó una mínima suba de los tributos que tendrá un impacto de solo 1% en los surtidores. Sin embargo, a este 1% se le debe agregar un 2% adicional por la devaluación mensual (crawling peg) y otro 2% por el incremento de los precios de los biocombustibles para mezcla. De este modo, las naftas y el gasoil aumentarán entre 5 por ciento y 7 por ciento a partir del próximo lunes.