El conductor, identificado como Matías Marcos González, de 35 años, se dirigía desde Mendoza hacia una distribuidora mayorista de la zona norte del Gran Buenos Aires cuando, por causas que aún se investigan, perdió el control de su camión con semirremolque en el kilómetro 205 de la Ruta Nacional 8, en el partido bonaerense de Pergamino.

El vehículo -que trasladaba productos comestibles, bebidas y artículos de higiene personal- cruzó el cantero central y volcó sobre el carril contrario. El impacto fue tan fuerte que provocó la muerte inmediata de González.
Una hipótesis que manejan los peritos es que la banquina descalzada, por encontrarse a bajo nivel del borde de la cinta asfáltica, podría haber provocado el accidente fatal.
En tal sentido, los especialistas no descartan que al quedar una rueda sobre el área parquizada lateral, el conductor efectuara un “volantazo” para intentar corregir la trayectoria en esa recta. Esa maniobra habría generado el denominado “efecto tijera”, un fenómeno que ocurre cuando el remolque y la cabina del camión se desalinean, quedando a 90 grados.
Este desequilibrio sería suficiente para que el conductor perdiera por completo el dominio unidad que se despistó, volcó, atravesó el cantero central y terminó atravesado sobre la banquina del carril contrario.
Un amplio despliegue de organismos de asistencia, incluyendo la Policía Vial, Gendarmería Nacional, Policía Científica y brigadas de bomberos rescatistas de Pergamino trabajó en el lugar para asegurar ese sector de la Ruta Nacional 8, en un tramo con alta circulación de vehículos pesados. Las tareas de rescate y limpieza, sumado a las pericias, generaron importantes demoras en el tránsito, obligando a las autoridades a desviar el flujo vehicular hacia caminos alternativos.
En cuestión de minutos esos testigos iniciales se convirtieron en decenas de personas que rodearon la escena. Mientras las autoridades todavía llevaban adelante el operativo -que, además, implicó el corte total de la ruta durante varias horas-, la gente empezó con el saqueo. Según relevó la prensa local, hubo intentos de la Policía por frenar el accionar delictivo, pero los uniformados se veían ampliamente superados en número, y en su mayoría estaban dedicados a la contención del tránsito y la preservación del perímetro alrededor de la víctima fatal.

Así, en poco tiempo no quedaron rastros de la carga que llevaba el camionero. La situación complicó, sobre todo, los esfuerzos de la Policía Científica para relevar las pruebas destinadas a esclarecer que pasó antes del vuelco.
Este domingo por la mañana se formalizaron los trámites para que los familiares puedan trasladar los restos del camionero a Mendoza, mientras que a medida que avanzan los peritajes; se espera que se resuelvan algunas incógnitas sobre lo ocurrido, como la velocidad a la que circulaba el camión y si las condiciones del asfalto jugaron un papel en el trágico desenlace.