Cada 25 de agosto se acostumbra saludar en su día a las figuras fundamentales en el ámbito de la estética, apariencia y cuidado personal.
Si bien el origen de su celebración es un hecho histórico ocurrido en la Francia monárquica de 1270, también en nuestro país tenemos un suceso relacionado que hace importante esta fecha, ocurrido en el año 1877.
En el siglo XIII, ocurrió en Francia un hecho que dio lugar al reconocimiento de esta antigua profesión. El 25 de agosto de 1270 falleció el rey Luis IX. Si bien parece que la muerte del monarca nada tiene que ver con la peluquería, hay que destacar que fue él quien reconoció la labor de su peluquero oficial ascendiendo su estatus y declarándolo como hombre libre.
A nivel nacional, la jornada también tiene un significado importante. En el año 1877, el peluquero y director de teatro Domingo Guillén organizó una serie de festejos que culminaron con la creación de la Sociedad de Barberos y Peluqueros. No obstante, recién en 1940, se oficializó la fecha del 25 de agosto en el Congreso Nacional de Peluqueros.