La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que al menos 40% de la población tiene inconvenientes para llevar a cabo un buen dormir. Si bien el insomnio es el más conocido, no es el único. El 17 de marzo es el Día Mundial del Sueño, designado así con la finalidad de prevenir y manejar los trastornos del sueño para favorecer la salud, y el bienestar personal.

Los problemas relacionados con el buen dormir repercuten directamente en nuestro quehacer diario al generar angustia, irritabilidad, mal rendimiento laboral, dificultades para concentrarse o incluso provocando accidentes de tránsito.

Se denomina trastornos del sueño a las alteraciones en el modo de dormir. Pueden afectar el estado de salud general, la seguridad y la calidad de vida de las personas.

El doctor Marcelo Barcenilla, director del Hospital Lencinas, explicó que los trastornos del sueño pueden encontrarse agrupados en cuatro categorías:

  • Problemas para conciliar y mantener el sueño: el insomnio es la
    dificultad para dormir o mantener el sueño. Algunas de sus causas
    son: ansiedad, estrés, depresión y consumo de psicofármacos,
    alcohol, cafeína o comidas pesadas.
  • Problemas para mantenerse despierto durante el día: se trata de la
    llamada hipersomniao somnolencia diurna excesiva, por la cual las
    personas están todo el día con sueño. Puede ser causada por
    hipertiroidismo, fibromialgia, depresión u obesidad.
  • Problemas en los horarios regulares del sueño: los sufren
    aquellas personas que están desfasadas en sus horarios y no logran
    tener un ciclo sueño-vigilia normal, como profesionales que cumplen
    guardias de 24 horas, viajantes, empleados de fábricas con turnos
    nocturnos o estudiantes.
  • Comportamientos anormales durante el sueño: como las
    parasomnias: temores nocturnos -común en infantes o en personas
    mayores que tengan trastornos psicóticos- o movimientos
    anormales durante el sueño: sonambulismo, síndrome de la pierna inquieta, movimientos involuntarios del cuerpo, normalmente dado por
    estrés, ansiedad o depresión.

“Hay que tener en mente que todo este sueño malo, este trastorno del sueño, va a tener consecuencias diurnas: que se tenga un mal despertar, que la persona empiece la mañana angustiada, con bronca, mal rendimiento laboral; que los estudiantes no se puedan concentrar o que se puedan dar con más facilidad accidentes de tránsito”, indicó Barcenilla.

“Ante cualquier duda, se debe consultar al médico o médica de cabecera y no automedicarse, ya que para cada caso particular se debe indicar un tratamiento diferente y en ocasiones no se limita simplemente al consumo de fármacos o suplementos”, explicó el director del Hospital Lencinas.

A inicios de 2022, comenzó a funcionar en el Hospital Lencinas el programa de Ventilación No Invasiva, a cargo del doctor Gustavo Torres, jefe del Servicio de Neumonología.

“Se están realizando aproximadamente entre 10 a 20 poligrafías mensuales, es un número importante de pacientes”, contó el jefe del Servicio de Neumonología. Además, agregó que “entre 5 y 20% de la población tiene apnea de sueño, pero desconocen su situación”.

“Cuando existen estas patologías, el sueño se desestructura, entonces no es reparador ni eficiente. Dormir no es lo mismo que descansar”, explicó el doctor Torres.