La víctima fue encontrada en un canal de riego.
Ya pasaron 9 días del crimen de la joven salteña Marlene Quiroga, la joven salteña que se encontraba en el Valle de Uco trabajando en una finca de San Carlos.
Era madre de tres hijos y oriunda de Pichanal, Salta, se imputaron dos personas, una de ellas pareja de la víctima.
En principio se pensaba que habría sido una muerte dudosa e inclusive se barajó la hipótesis de que podría haber sido un accidente. Sin embargo, el caso se transformó en un femicidio, uno más que se suma a la cantidad de los que han ocurrido en este último tiempo en Mendoza.
El cuerpo de la mujer fue hallado el pasado 3 de diciembre en un canal de Eugenio Bustos, en inmediaciones de las calles Libertad y Las Coloradas, por el tomero de una finca, quien estaba regando y extrañamente notó una disminución en el caudal de agua, lo que lo llevó a explorar el canal y hacer el desafortunado hallazgo.
Frente a esto, dio aviso a su tío, médico de profesión, que al llegar verificó que la persona estaba sin vida.
En este contexto se comunicaron con el 911 para realizar la denuncia. De esta forma personal policial y judicial se trasladó al lugar donde constataron tal situación.
Una vez inspeccionada la escena, los restos fueron llevados al Cuerpo Médico Forense, en donde días después lograron identificar la identidad de la víctima.
Continuando con la investigación la autopsia, y los peritos establecieron en principio que la causa de muerte sería una golpiza que recibió. De acuerdo a la presunción de la fiscalía, la asesinaron y la arrojaron al cauce.
Con estos resultados, fueron detenidos dos hombres, uno de ellos su pareja. Tanto él como su cómplice trabajaban en la misma finca que la víctima, de hecho habían llegado todos juntos desde Salta.
En el día de ayer ambos fueron imputados por el fiscal Facundo Garnica, quien los culpó bajo el delito de “femicidio-homicidio agravado por ser cometido en contexto de violencia de género”, y al sospechoso con el que tenía una relación le agregaron el agravante del vínculo. Para los dos el riesgo es de prisión perpetua.
Se encontró debajo de las uñas de Quiroga restos de piel, lo que podría significar un indicio defensivo y servirá para cotejar con el ADN de los detenidos.