Hace días están llegando miles de personas al santuario de la ruta 123.
Para la Iglesia Católica, se trata de un «intercesor» ante Dios, y por esa razón participa activamente en las celebraciones, celebrando misa diariamente.
Según la leyenda, el Gauchito Gil se llamaba Antonio Mamerto Gil Núñez y era un gaucho de la ciudad de Pay Ubre, en la provincia de Corrientes.
Cuentan que a mediados del siglo XIX, Antonio Gil, que trabajaba en el campo, comenzó una relación romántica con una viuda adinerada de su ciudad natal. A los hermanos de la joven y al jefe de la policía local, que estaba enamorado de la misma mujer, no les gustó esta relación. Gil se vio obligado a huir y se alistó como soldado en la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) entre Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay.
A su regreso, fue llamado a luchar junto al Partido Autonomista de Corrientes en la guerra civil contra el Partido Liberal. Pero se negó. Entonces, fue perseguido por los militares y capturado finalmente en enero de 1878.
Como era considerado un desertor, el 8 de enero fue colgado de su pie en un árbol de espinillo, a ocho kilómetros de su pueblo natal, y degollado.
Se dice que antes de su ejecución le dijo a su verdugo que su hijo estaba gravemente enfermo y que debía orar en nombre de Gil para implorar su curación. El verdugo siguió las instrucciones y su hijo se curó.
La noticia del supuesto milagro rápidamente se difundió por los pueblos y así nació el mito del Gauchito Gil.
Se construyó un santuario cerca de su tumba que recibe diariamente a decenas de peregrinos que le rezan para pedirle prosperidad, trabajo, amor o éxito.
Todos los años, cada 8 de enero, acuden miles de visitantes y le dejan ofrendas.
La llegada constante de ómnibus con familias y peregrinos en distintos tipos de vehículos “son parte de la postal que es repetida desde el 24 de diciembre”, aseguraron desde la intendencia de Mercedes.
El color rojo, que identifica al Gauchito Gil y predomina en sus santuarios, tiñe por estos días la geografía del lugar, con banderas, velas y cruces que son replicadas en el santuario ubicado en la Ruta Nacional 123, así como en los brazos de los peregrinos y devotos.
“Mercedes está bendecida, la gente no para de llegar y eso es muy importante para nuestra economía. Muchos llegaron para Navidad y Año Nuevo y ya se quedaron para participar de las actividades en honor al Gauchito”, dijo el intendente.
En muchas rutas argentinas se pueden ver pequeños santuarios en honor al Gauchito Gil, rodeados de banderas, cintas y velas rojas.