Volverán a sesionar la semana próxima.
Finalmente el Gobierno llegó a un principio de acuerdo con la oposición dialoguista en el Congreso para que avance su ley ómnibus y mostró cierta flexibilidad política pese a la intransigencia verbal del presidente Javier Milei.
La ley sufriría cambios contundentes en su extenso articulado, sobre todo en los capítulos económicos, con lo que podría ser votada en el recinto la semana próxima. Otro revés para el jefe de Estado, que había insistido ayer en su retorno desde Davos que quería apurarla para el fin de semana.
Este principio de acuerdo alcanzado entre los libertarios y el sector opositor aliado abarca desde el compromiso de que las jubilaciones estarán indexadas a la inflación hasta la decisión de que finalmente no habrá retenciones para las economías regionales.
También, se limitan los superpoderes del Presidente solo por un año, más otro de prórroga por autorización del Congreso (Milei quería la fórmula 2+2) y se quita a YPF de las empresas estatales sujetas a ser privatizadas. Otro punto clave: el aval al megaDNU queda también fuera del articulado.
Si bien el Gobierno trabajaba para emitir dictamen este viernes y sesionar el sábado, aceptó el pedido de los bloques opositores de firmar el despacho el martes en el plenario de las comisiones de Legislación General, Presupuesto y Hacienda, y Asuntos Constitucionales, y el jueves realizar una sesión que podría extenderse entre dos y tres días.