En un conurbano bonaerense invivible, nuevamente la tragedia enlutó a una familia, y a un barrio entero.
La criatura de sólo 10 años murió este jueves horas después de recibir dos disparos al quedar medio de un tiroteo entre un policía bonaerense y motochorros en Wilde, partido de Avellaneda.
Hasta el momento, ningun funcionario del gobierno de la provincia de Buenos Aires, ni del municipio, se expresó ante la tragedia, mientras cientos de personas marchan pidiendo justicia.
Bastián Montoya Escalante quedó internado en grave estado en el Hospital Presidente Perón, pero su cuerpo no resistió las heridas. Hubo dos detenidos.
El hecho ocurrió cerca de las 20 en la intersección de calles Caxaraville y Rondeau, cuando el menor salía del club de fútbol en el que jugaba, acompañado por su madre. Allí, cuatro sospechosos a bordo de dos motos intentaron asaltar al efectivo, quien se encontraba de civil.
Hubo un intercambio de disparos y la madre y su hijo quedaron en el medio. Así, el pequeño terminó recibiendo dos impactos de bala en la cervical derecha y en el omoplato izquierdo, respectivamente.
Dos sujetos fueron detenidos, uno de los cuales tiene 16 años. Ambos quedaron imputados por el delito de homicidio criminis causa y robo agravado por el uso de armas.
Por el momento, no determinó si los disparos que alcanzaron al niño fueron de los delincuentes o del funcionario policial, quien fue imputado por lesiones, pero no fue detenido en un comienzo al entender que actuó en legítima defensa, finalmente se ordenó su aprehensión en horas de esta tarde.