En una decisión política que no se entiende, nuestro país fue otra vez noticia por convertirse en el único país que –por segunda vez- vota en contra de otros 170 países una Resolución de la Asamblea General. En este caso, sobre la prevención y eliminación de todas las formas de violencia contra mujeres y niñas.
El documento se debatió el lunes en la Asamblea General y fue aprobado por 170 países, en tanto que otros 13 se abstuvieron, mientras que el Gobierno ordenó que la delegación argentina se oponga. La votación tuvo lugar una semana después al rechazo a la resolución sobre derechos de los pueblos indígenas.
La resolución destaca la gravedad de la violencia en línea, en la web, y su impacto “desproporcionado” en mujeres y niñas, instando a los Estados a fortalecer sus leyes y políticas para combatirlo. Reconoce también el papel de la educación y la participación de la sociedad civil para enfrentar el problema.
Quien está en este momento a cargo de la representación argentina en ONU es Fabian Oddone, diplomático de carrera, que se desempeña como encargado de negocios de la Embajada de Argentina en Nueva York, y que recibió la orden de votar en contra de esta nueva resolución.
La normativa que, sin embargo fue aprobada por la Asamblea, señala “profunda” preocupación por la “persistente prevalencia de la violencia perpetrada contra las mujeres y las niñas en todas sus distintas formas y manifestaciones en todo el mundo, tanto en línea como en otros entornos, que no se reconoce ni denuncia tanto como se debiera”.
En otro tramo, la resolución exhorta a que los Estados deben establecer normativas para prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra mujeres y niñas, particularmente en el entorno digital. Además, insta a que se promueva el acceso a recursos y servicios de apoyo para víctimas de violencia, garantizando su acceso a justicia y a la rehabilitación.
Lo curioso de la decisión del gobierno de Milei, es que tanto Estados Unidos como Israel, votaron a favor.
El nuevo canciller, Gerardo Werthein, exige que todo el Servicio Exterior esté alineado con la perspectiva que Milei le aplica a su agenda exterior.