El aumento es incomprensible por más que el gobierno la dibuje, ya que la venta de combustibles viene en recesión, aunque subió el consumo en octubre.
Las compañías analizan de cuánto sería el ajuste, aunque se sabe que rondaría el 3%. Así, el litro de nafta súper pasará los $1.100
Mucho dependerá el incremento de lo que termine haciendo la estatal YPF, que tiene la mayor porción del mercado.
La depreciación del peso del 2% prevista por el gobierno nacional para diciembre (crawling peg), sumada a un incremento de la cotización del barril de Brent (punto de referencia para la Argentina), explicarían el ajuste, según fuentes del sector privado.
El despacho de gasoil cayó 5,7% en octubre con relación al mismo mes de 2023 pero, respecto de septiembre, subió 9,4%.
En naftas, la caída interanual fue del 4,5%, pero subió 11,8% con relación a septiembre.
Los incrementos se producirán en medio de subas esperadas también en otros regulados, como la energía.
Será el segundo mes consecutivo de aumento después de que YPF aplicara en octubre una leve baja de los precios en surtidores por la dinámica que habían mostrado los valores del crudo. Los otros jugadores – Shell, Axion y Puma – del mercado seguirán a la petrolera estatal, que también es la que concentra cerca del 60% de las ventas.