La final para el capitán terminó antes de los esperado y no pudo contener las lágrimas.
Lionel Messi sufrió un duro golpe en el tobillo sobre el cierre del primer tiempo, decidió aguantar lo que quedaba y salir a jugar el complemento, pero a los 63 minutos, tras exigirse corriendo una pelota detrás de Luis Díaz, se tiró al suelo y pidió el cambio.
Esa segunda jugada, en la que finalmente fue reemplazado por Nicolás González porque no estaba en condiciones de continuar.
Se vio obligado a pedir el cambio al agravarse su lesión original junto a una molestia en el isquiotibial también de su pierna derecha. Sin poder contener las lágrimas, se lo vio romper en llanto durante varios minutos desde el banco y la imagen conmovió.
Una imagen que duele:
