El teniente general Igor Kirillov, jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica (RCBZ) de Rusia, y su chofer murieron en una explosión en el sureste de Moscú. Según los medios locales, Kirillov y su chófer estaban saliendo de la entrada de una casa en Ryazansky Prospekt sobre las 6:00 de hoy, cuando detonó un artefacto explosivo improvisado. La explosión reventó las ventanas de los pisos más cercanos, y el coche del general.
Kirillov era «un objetivo legítimo«, ya que era «un criminal de guerra que dio órdenes de utilizar armas químicas prohibidas contra el ejército ucraniano«, confirmó una fuente de seguridad de Ucrania al servicio ucraniano de la BBC en Kyiv.
Según los datos preliminares, el artefacto explosivo estaba incrustado en un patinete que se encontraba fuera de la casa. Al parecer, la detonación se llevó a cabo a distancia, y el terrorista estaba observando lo que ocurría a través de la cámara de la entrada, a la que tienen acceso muchos residentes de la urbanización.
Los servicios de seguridad ucranianos han reivindicado el ataque mortal contra el alto cargo del Ejército ruso, según adelantó la agencia AFP.