Se trata del barco cerealero INA-LOTTE, que tiene bandera de Liberia, y según lo informado por las autoridades sanitarias santafecinas, quedó anclado en cuarentena, en medio del río Paraná.
El buque ingresó en las aguas del Río de la Plata durante este martes, tras un viaje transocéanico desde Europa. El 12 de julio entró en un puerto ruso, después de dejar el Atlántico Norte y navegó frente a Francia, Noruega y Reino Unido. Arribó a América el 26 de julio, llegando a las costas de Brasil, y más precisamente al puerto de San Pablo. Tras nueve días en la ciudad brasileña, retomó su rumbo al sur y navegó por costas uruguayas hasta este martes concretar su entrada en aguas rioplatenses.
Los agentes sanitarios aguardaban la llegada del buque al puerto de San Lorenzo, en Rosario, para activar el protocolo previsto para estos casos, dictado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Uno de los trabajadores del barco presentaría síntomas compatibles con la enfermedad, por lo que al buque solo puede ascender personal sanitario autorizado, y nadie puede bajar hasta que se determine la situación de las personas a bordo. En caso de existir compatibilidad, se enviarán muestras para confirmar el diagnóstico.
La semana pasada la OMS declaró a la viruela del mono como una emergencia internacional de salud pública, su mayor nivel de alerta.
La viruela del mono es una zoonosis viral selvática causada por un virus que pertenece al género Orthopoxvirus y se encuentra habitualmente en las zonas central y occidental de África, con abundantes selvas tropicales.
La enfermedad puede transmitirse por exposición a gotitas exhaladas (respiratoria) y por contacto de lesiones cutáneas infectadas (inclusive relaciones sexuales) o materiales contaminados.
El periodo de incubación puede oscilar entre 5 a 21 días, mientras que los síntomas más comunes son la fiebre, el dolor de cabeza, dolores musculares, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos y agotamiento, lo que también es acompañado por una erupción. En forma frecuente, la erupción comienza en la cara y luego se propaga a otras partes del cuerpo, incluidos los genitales: las lesiones pueden causar mucha picazón o dolor.
Ante un nuevo alerta de la OMS ya que la enfermedad avanzó con rapidez en el Congo (África central) y se produjeron casi 600 fallecimientos, la Argentina también elevó el alerta y los protocolos. «En 2022 se trataba de la variante 1 (clado 1) que tenía una tasa de mortalidad baja y era menos contagiosa. Esta vez, la variante que circula con fuerza en África es la 2, con una mortalidad que ya alcanza al 10% y más alta probabilidad de contagio. Esa variante no fue reportada en Latinoamérica«, señaló Matías Lahitte, infectólogo, a cargo de Epidemiología municipal.
En este marco, se detectó la enfermedad en una rosarina de 38 años que había tenido contacto con personas que habían viajado. Esta persona consultó el 10 de julio en un sanatorio privado de Rosario por un cuadro caracterizado por migraña, fiebre y exantema vesicular de varios días de evolución. Se hicieron los análisis correspondientes y se confirmó la enfermedad, pero en la variante 1. La paciente está en buen estado de salud.