Desde su casa, detenida, así lo pidió.

La líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, le pidió al presidente Alberto Fernández que «deje de tener miedo» y «use la lapicera» para indultarla. Además, la dirigente social aseguró que el mandatario «peca de creer en los demás», en referencia a la Corte Suprema de Justicia. «Alberto tenga la valentía de decidir mi libertad», manifestó.

Sobre el gobierno del Frente de Todos, Sala se mostró defraudada y relató,  «voy a hacer una crítica constructiva. Cuando asumió Alberto y Cristina creí que la historia iba a cambiar en la Argentina y que los que habían destruido el país iban a ir presos y los que ayudamos a reconstruir la Patria íbamos a estar en libertad. Y que iba a terminar la persecución que estábamos sufriendo, pero lamentablemente no hemos tenido esa respuesta».

“Si me preguntaban hace dos años sobre el indulto, hubiese dicho que no. Que no al indulto porque tenía una pequeña esperanza que la Corte Suprema revise el expediente de pies a cabeza”, dice Milagro Sala convencida de que eso cambió con el fallo de diciembre cuando el máximo tribunal dijo que no podía inmiscuirse en la justicia de otra provincia. Ese día entendió que los jueces no se tomaron siquiera la tarea de leer la causa.

En ese sentido agregó,  “hoy me gustaría un indulto. Tengo el sueño de sentarme en la Corte Interamericana y rendir cuentas. Quiero rendir cuentas de todo el trabajo que hicimos, de todas las construcciones, de que nunca robamos nada, al contrario, tenemos obras demás. Decirles: se construyó un colegio secundario, un terciario y que no me llevé plata para mi bolsillo y creo que no nos equivocamos. Quiero demostrarlo porque es la única esperanza que me queda. Esta situación cambia en la Argentina, cuando cambie la Justicia”.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos inscribió a Milagro como lideresa social latinoamericana cuando dictó la cautelar para exigir la domiciliaria porque sus derechos enfrentaban un daño irreparable. La entonces vicepresidenta del organismo, Esmeralda Arosemena de Troitiño, afirmó, «bendito sean los movimientos sociales que salen a ocupar los lugares en los que el Estado no está”. A siete años de su detención, Milagro asegura que volvería a hacer todo de nuevo. Lo dice así, “y si nos preguntan si algún día te toca hacer lo mismo sabiendo que la consecuencia es sufrir nuevamente la cárcel, yo lo haría de nuevo. Porque tengo el orgullo de que muchos se han recibido, han sido alguien en la vida y caminan tranquilos teniendo vivienda propia. Lo que logró la Tupac Amaru, no sólo Milagro Sala, más de cinco mil compañeros trabajaron. Demostramos que era posible tener un mundo mejor: era posible, pero teníamos construirlo nosotros mismos, porque la Patria estaba destruida”.