Este 19 de marzo se cumplen 10 de la asunción del Papa Francisco al frente de la Iglesia Católica. Durante este sábado, el Sumo Pontífice afirmó que “la guerra es el fracaso de la política” porque “se alimenta del veneno que considera al otro como enemigo”.

Además, el Papa indicó a los miembros de un proyecto de jóvenes que busca responder al problema del desempleo juvenil en Italia, que este año tengan como tema la paz, el cual “no puede faltar en la formación sociopolítica, y lamentablemente es también urgente a causa de la situación actual”.

En ese sentido, rechazó la guerra como un medio para resolver los conflictos, y más bien alentó a los jóvenes a educarse para la paz. “Esto es responsabilidad de todos. Hagan la guerra, pero otra guerra, una guerra interior, una guerra en ustedes mismos para trabajar por la paz”.

Para ello, les recomendó leer la obra de San Ambrosio La viña de Nabot, en la que el Arzobispo de Milán, reflexiona sobre la expropiación de la que fue víctima Nabot por parte del rey Acab, por el solo deseo de extender su jardín. “Esta pequeña pero preciosa obra de San Ambrosio será útil para su formación. La política que ejercita el poder como dominación y no como servicio no es capaz de cuidar, pisotea a los pobres, explota la tierra y afronta los conflictos con la guerra, no sabe dialogar”, señaló el Papa Francisco.

Explicó que un caso contrario es la figura de José, hijo de Jabob, quien por envidia fue vendido como esclavo por sus propios hermanos, y enviado a Egipto. “Luego de algunas peripecias es liberado y entra al servicio del Faraón”, quien le da determinadas potestades, recordó Francisco. Sin embargo, destacó, “José no se comporta como patrón, sino como padre: cuida del país y cuando llega la carestía organiza las reservas de grano para el bien común, tanto que el Faraón dice al pueblo: ‘Hagan lo que (José) les dirá’”.

“José, que ha sufrido la injusticia personalmente, no busca el propio interés, sino el del pueblo y se hace artesano de la paz”, expresó. Y agregó que ambos ejemplos bíblicos, uno negativo y el otro positivo, “nos ayudan a comprender cual espiritualidad puede alimentar la política”.

En ese sentido, indicó que todo buen político, debería cuestionarse cuánto amor puso en su trabajo, cuánta paz social ha sembrado, cómo ha hecho avanzar al pueblo, entre otras preguntas.

Finalmente, el Papa Francisco los exhortó a que “su preocupación no sea el apoyo electoral o el éxito personal”, sino el generar emprendimiento, hacer florecer los sueños y que las personas sientan la belleza de pertenecer a una comunidad. “La participación es el bálsamo de las heridas de la democracia”.

Con información de Aci Prensa.