Durante algunos días, en el centro de Tunuyán pudo verse que muchos semáforos no funcionaban. Algunos ejemplos son los de las intersecciones de San Martín y Moreno, San Martín y Uruguay y Pellegrini y 25 de Noviembre. Actualmente, y luego de las intensas lluvias del fin de semana pasado, fue reparada todo el servicio de la red semafórica que estuvo sin funcionar.

Uno podría pensar que la cantidad de agua que cayó durante las tormentas del viernes, sábado y domingo en Tunuyán fue el principal causante de la descomposición de estos aparatos. Sin embargo, el agua fue la principal causa, sino los «pericotes». Si, los roedores, las ratas gigantes o como le quiera llamar. Según la explicación de los técnicos de la Dirección de Transporte de la provincia -ente encargado de el arreglo de la red semafórica- son los pericotes los que comen los cables de corriente del sistema de semáforos y los dejan «casi pelados». Con este panorama, cuando llueve más de lo normal el agua ingresa por el interior del aparato y, al estar el cable en ese estado, el liquido lo toca y se produce un cortocircuito y, por ende, el sistema deja de funcionar.

En conclusión, estos animales que nadie quiere son los principales causantes de que muchas veces las luces verde, amarilla y roja no se vean durante varios días en muchos semáforos del centro tunuyanino.