La medida afectará tanto a dispositivos Android como iPhone, que no cumplen con los requisitos mínimos de Meta.
Los teléfonos Android que quedarán fuera de servicio se caracterizan por ser modelos antiguos que no soportan actualizaciones recientes del sistema operativo. WhatsApp exige ahora que los dispositivos operen, como mínimo, con la versión 5.0 de Android (también conocida como Lollipop), lanzada en 2014.
Entre los modelos que no podrán utilizar WhatsApp después del 1 de febrero de 2025, se incluyen:
Samsung: Galaxy Core, Galaxy Trend Lite, Galaxy Ace 2, Galaxy S3 Mini, Galaxy Trend II, Galaxy X Cover 2.
LG: Optimus L3 II Dual, Optimus L5 II, Optimus F5, Optimus L3 II, Optimus L7 II.
Huawei: Ascend Mate, Ascend G740, Ascend D2.
Motorola: Moto G (1.ª generación), Droid Razr HD, Moto E (1.ª generación).
Otros modelos: Sony Xperia M, Lenovo A820, Wiko Cink Five, Archos 53 Platinum, ZTE Grand Memo.
En cuanto a los dispositivos Apple, WhatsApp ha establecido que solo serán compatibles aquellos que operen con iOS 12.0 o versiones superiores. Esto significa que los usuarios de iPhones más antiguos no podrán utilizar la aplicación a partir de la fecha indicada.
Los modelos afectados incluyen:
iPhone 3G y 3GS.
iPhone 4 y 4S.
iPhone 5 y 5C.
iPhone 6S, SE y 6S Plus.
Estos dispositivos, debido a su antigüedad, no pueden actualizarse al sistema operativo requerido por la aplicación, lo que los excluye automáticamente de las nuevas funciones y mejoras de WhatsApp.
Qué pueden hacer los usuarios afectados
- Respaldá tus datos antes de perder el acceso
- Considerá actualizar tu dispositivo
- Evaluá otras plataformas de mensajería
Qué pasa si no actualizás tu teléfono
Los usuarios que no actualicen sus dispositivos no solo perderán acceso a WhatsApp, sino que también corren el riesgo de perder toda la información almacenada en la aplicación. Una vez que WhatsApp deje de ser compatible, no podrás abrir la app ni acceder a tus chats, archivos o contactos.
Además, es importante destacar que los dispositivos afectados no podrán descargar nuevas actualizaciones de WhatsApp, lo que aumenta la vulnerabilidad a posibles riesgos de seguridad, como ataques cibernéticos o pérdida de datos sensibles.