Según el análisis del centro de estudios CEPA, la caída de ingresos fue muy superior a la baja del gasto público. y generó un enorme déficit en el mes de marzo. El Ministerio de Economía acelera la renegociación con el FMI, y espera que el apoyo de EE.UU se traduzca en fondos frescos. Las presiones cambiarias serán más fuertes, a medida que se acerquen las elecciones.

El gobierno incumplió las metas en marzo con el FMI por una suma cercana a los $ 250.000 millones, según el estudio de análisis fiscal del Centro de Economía Política (CEPA) sobre el Sector Público Nacional, para el mes de marzo de 2023. El resultado tiene como factores centrales la profundización de la caída de los ingresos, y una baja del gasto público que no alcanzó a compensar.

Las retenciones a las exportaciones, fueron el rubro que más incidió en este resultado, producto de la sequía que complicó a las arcas públicas. El fisco cerró el quinto mes consecutivo de retracción con una caída por Derechos de Exportación del 68% en términos nominales respecto de marzo de 2022. Esto implica haber recaudado 84% menos en términos reales.

Según sostiene el informe el déficit fiscal del Sector Público Nacional, de base caja volvió a mostrar valores superiores a los esperados y cerró en $ 258.000 millones. En números, el gasto totalizó $ 1,89 billones, un 69% más, lo que equivale a una caída real del 17%. En el rubro ingresos, en tanto, la caída en términos reales fue de el 21%, resultado de la recaudación de $ 1,72 billones, es decir un 61% más en términos nominales.

“No importa porque el acuerdo se va a recalibrar todo en las próximas semanas”, declararon a BAE Negocios en el quinto piso del Palacio de Hacienda tras conocerse que el país no solo había incumplido la meta de acumulación de reservas pactada con el FMI para el primer trimestre sino que también, y por mucho, la de déficit fiscal. Con la misma seguridad esperan un ingreso de USD10.000 millones para reforzar las arcas del BCRA a partir de un adelanto en los desembolsos previstos en el acuerdo o vía otros organismos multilaterales. El objetivo es evitar una devaluación antes de las próximas elecciones.

Los analistas, advierten que las presiones sobre los dólares libres que se vivieron esta semana, son el preludio de una inestabilidad que crecerá a medida que se acerque el período electoral. La fecha clave es el 13 de agosto, cuando se celebren las PASO. Cerca del ministro de Economía, Sergio Massa, coinciden en ese diagnóstico y por eso aceleran la búsqueda de un ancla que evite escenarios de precipitación de la crisis.

El primer paso será “recalibrar” el acuerdo con el FMI para adaptarlo para reflejar el impacto de la sequía. Sí el programa se sostuvo hasta último momento como un ancla de la estabilidad, el resultado fiscal del primer trimestre despejó cualquier tipo de duda de que eso no existe más como tal. Fue el segundo incumplimiento, luego de que las reservas finalizaran el período USD2.000 millones por debajo de un objetivo que ya había sido flexibilizado en USD3.600 millones.

El rojo primario finalizó el primer trimestre en casi $690.000 millones frente a los $441.500 millones que contemplaba el acuerdo, es decir, más de un 50% por encima de lo pactado. El director de Analytica, Claudio Caprarulo, destacó que allí se observó el efecto de la seca en la recaudación por retenciones, caída de 84% real interanual en marzo, porque el desvío se dio a pesar del fuerte ajuste real del gasto. Proceso que continuó en abril según el último relevamiento semanal de la consultora.

De esta manera, se puede entender qué es lo que busca conseguir antes de la revisión de junio el jefe de asesores de Sergio Massa, y principal interlocutor con los técnicos del Fondo, Leonardo Madcur. Habrá un cambio en las metas fiscal, monetaria y de reservas pero se buscará un equilibrio para que no se interprete como una luz verde a un desbande del gasto, sino sostener cierta prudencia fiscal para no alimentar las expectativas de emisión e inflación.

El déficit fiscal no será 1,9% del PBI este año, tras el 2,5% de 2022, y las consultoras anticipan que algunas triquiñuelas contables cerrarán en 3% del PBI. La pregunta inmediata que se hacen los economistas es: “¿De dónde sale la plata para cubrir ese bache de más de 1% del PBI?”. En Economía apuntan a las subastas de bonos en moneda extranjera en manos de organismos públicos y a los recientes cambios impositivos que hizo Afip en el comercio exterior a costa de que el círculo rojo anticipara un inmediato traslado a precios de los mayores costos para importar.

La otra para de la negociación en marcha, tiene que ver con la necesidad de que ingresen dólares al BCRA para nutrir las escasas reservas netas lo más pronto posible, que son el verdadero poder de la entidad y rondan los USD600 millones según la metodología del FMI.

Los fondos que esperan con ansias en Economía es de USD10.000 millones, la mitad de lo que se perderá en concepto de exportaciones debido a la sequía. “Pueden ser adelantos de desembolsos del FMI o de otros organismos, pero Estados Unidos garantizó que nos va a apoyar porque somos un aliado en la región” aseguraron desde la cartera económica.

Con información de BAE Negocios.