El terreno fue subastado por orden de la justicia uruguaya, con una base del remate de 3,5 millones de dólares, aunque finalmente se vendió en 10.800.000 dólares a una sociedad que pertenece a Eduardo Costantini y Adolfo Cambiasso.
En 2011, el entorno de Báez buscaba operaciones para blanquear la fortuna del empresario kirchnerista. Encontraron este campo de 145 hectáreas, y pagaron por él 14 millones de dólares. De esa operación participaron varias sociedades y testaferros de Báez para intentar ocultar a los verdaderos dueños. Además del empresario, fueron juzgados el abogado Jorge Chueco, el contador Daniel Pérez Gadín, Leonardo Fariña, Maximiliano Acosta, Maximiliano Goff Dávila, el financista Santiago Carradori y Osvaldo Guthux.
La Unidad de Información Financiera (UIF) y la AFIP, los organismos del Estado que actúan como querellantes, pidieron que Báez sea condenado a 9 y 7 años de prisión, pero finalmente el Tribunal Oral Federal 4, el mismo que tuvo a cargo la causa de “la ruta del dinero K” lo condenó a 4 años y 6 meses.
Fariña, en calidad de “arrepentido” contó que se utilizó la sociedad uruguaya Traline SA (Maximiliano Acosta era el presidente y luego se otorgó un mandato de disposición general a Maximiliano Goff Dávila). Cuando se distanció de Báez, en abril de 2011, el campo quedó a nombre de otra sociedad denominada Jumey SA, presidida por el contador Daniel Pérez Gadín.
Además de la compra del campo “El Entrevero”, en el juicio también se juzgó la compra de un terreno en el departamento de Maldonado, valuado en USD 320 mil.
Más tarde, “El Entrevero” fue confiscado por disposición del Juzgado Especializado en Crimen Organizado de 2° turno de Montevideo y se remató en favor de la Junta Nacional de Drogas (JND), que autorizó la subasta.