Qué se estima para el próximo año.
La pobreza multidimensional urbana ascendió en el tercer trimestre de 2023 al 44,7% del total de la población y al 62,9% de los niños y adolescentes, de acuerdo con el informe dado a conocer hoy por el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA).
El director del Observatorio, Agustín Salvia, indicó, «estamos en presencia de una crisis que marca un fin de ciclo, gobierne quien gobierne», sentenció en una rueda de prensa, en referencia a las dos décadas iniciadas en la «posconvertibilidad» en el que «se apostó más al equilibrio social fomentando el consumo que al crecimiento económico priorizando la inversión».
La síntesis de ese proceso fue «un comienzo que fue próspero, a lo que le siguió un período de estancamiento y finalmente entró en franca decadencia», señaló y aseguró que «si esto sigue así, aumentarán los pobres a costa de una reducción de las clases medias».
La ayuda social, especialmente la que ofrece el Estado a través de programas y planes, se ha constituido como el gran elemento de contención de la pobreza y la indigencia en el país.
De acuerdo a los números de ODSA de 2023, la tasa de indigencia treparía del 9,6% observado al 20,1% si no tuviera la cobertura de planes sociales como AUH, pensiones no contributivas ni otro tipo de apoyo.
Anticipando lo que viene para el país, salvia aseguró que para 2024 «se abre un escenario en el que la pobreza va a seguir aumentando, no de manera explosiva, sino en niveles similares al crecimiento que tuvo en los últimos dos años», en un contexto que, como anticipó el presidente electo Javier Milei, coexistirán «una dinámica de alta inflación con el estancamiento económico».