En la plaza departamental y directamente de sus tierras.
Un joven productor local, Pedro Manzano, hizo público a través de las redes la situación que atraviesan con la producción que no se logra vender, y recuperar para hacer frente a los costos de un año de arduo trabajo.
«Entre regalárselo a la fábrica, decidimos regalárselo a la gente”, explicaba el joven mientras mostraba el fruto de su finca beneficiando a varias familias del Valle de Uco.
«Fuimos a la plaza de Tunuyán centro y regalamos parte de la producción, ahora le dijimos a la gente que tuviera movilidad que podía venir a buscarlo», contó Pedro en sus videos durante el fin de semana.
En números, ¿por qué regalan el tomate?
Plantar y mantener una hectárea de tomate durante el año cuesta alrededor de $4 millones y si las condiciones climáticas acompañan, se cosechan unos 100.000 kilos. Actualmente la fábrica paga $50 el kilo, es decir, el productor se lleva $5 millones.
Al productor le queda solo $1 millón de ganancia y con ese dinero tiene que comprar insumos y preparar la tierra para una nueva plantación. Los números no dan. Para que sea rentable, la fábrica debería pagar cerca de $150 el kilo de tomate.