Además, detectaron abusos.
Tras un allanamiento, se detectó que un grupo de 24 adultos y una menor que eran víctimas de trata y explotación laboral en una finca de Mendoza, donde trabajaban jornadas laborales de más de 12 horas en condiciones de extrema precariedad. Una persona resultó detenida.
Este operativo tuvo lugar en una finca de la localidad mendocina de Barracas, Maipú, donde las condiciones de trabajo eran excesivamente precarias, sin agua potable, colchones en el piso, sin elementos de protección personal ni vestimenta adecuada, y falta de la más elemental higiene.
Además, los testimonios recabados refieren jornadas de trabajo de incluso más de 12 horas, comenzando a las 6 de la mañana y terminando a las 18 o 20 horas.
Los trabajadores tenían retenidos sus documentos, recibían una paga irregular de setecientos pesos la hora, y siete mil por cada diez o doce horas de trabajo. Cabe considerar que el importe mínimo debía ser por ley de once mil pesos por ocho horas de trabajo.
A su vez, se les adeudaba dinero y las compras en el almacén y los gastos de transporte les eran descontados del magro salario, por lo que terminaban en muchos casos incurriendo los propios trabajadores en deudas, lo que servía de excusa para no dejarlos salir, situación que se veía agravada por la retención de su documentación.
En el lugar también residía una menor de edad, aunque no se logró comprobar si realizaba trabajos laborales, presentaba cuadro de desnutrición y abuso.
En el procedimiento participó el Comité Ejecutivo de Lucha contra la Trata, Renatre, UATRE, el Ministerio de Trabajo de Nación, y la Subsecretaría de Trabajo de Mendoza.
Desde la Justicia se libró un oficio, por lo que se hicieron presentes en el lugar la Gendarmería, el Programa Nacional de Rescate (PNR), del Ministerio de Justicia de Nación, y el Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI) de la Provincia, quedando detenido el encargado o cuadrillero, a quien se le secuestraron teléfonos y anotaciones, para profundizar la investigación.