Esta fue la primera versión que surgió como respuesta al choque de trenes que se produjo en la línea San Martín, que dejó como saldo a 30 personas que debieron ser trasladadas a distintos hospitales porteños y otras 60 personas asistidas en el lugar.
Lo que sucedió esta mañana fue una cadena de irresponsabilidades en distintas áreas a cargo del funcionamiento de las formaciones que, de haber sucedió en otro tramo de las vías, podría haber producido una tragedia mayor.
El maquinista que conducía la formación con pasajeros recibió la autorización para circular por esa vía, pese a que se encontraba en el camino la locomotora detenida. La notificación para avanzar la recibieron de manera escrita, ya que desde hace 10 días no hay señalización producto del robo de cables.
Además, las mismas fuentes habían denunciado más temprano que “hace 10 días que están sin señales, entonces se va dando vía por escrito. Al no andar el circuito automático, se va haciendo de forma humana. Enviaron una locomotora con un furgón y atrás le dieron vía libre a la formación con pasajeros. Y ahí se da el impacto”.
El choque de los trenes se produjo a las 10:31 de este viernes a la altura del viaducto ubicado sobre Dorrego y la avenida Figueroa Alcorta, en el barrio porteño de Palermo. En ese tramo, si se observa desde una mirada más panorámica, las vías forman una curva. “El furgón estaba en un horario de alto tránsito a la salida de una curva y en una zona elevada. Si venían más rápido era una desgracia mayor que terminaba con el vuelco y caída libre de la formación. Había un boletín de vía que pedía precaución en la zona e ir despacio por eso no venían a la velocidad habitual donde la tragedia era incalculable”, resaltó la misma fuente consultada.