Su verdadero nombre era Faustino Valentín, y su apellido hubiera sido Quiroga Sarmiento, aunque le quitaron lo de “Quiroga” por decisión familiar.
Los investigadores concluyeron que “Domingo” fue un apelativo familiar que le puso su madre, fiel devota de santo Domingo, tal como lo reconocen sus propios descendientes. Aunque lo cierto, es que aquel nombre de pila traspasó las paredes del hogar y se inscribió en la faz pública: como escritor, gobernador, legislador, ministro y presidente de la República, el maestro sanjuanino Faustino Valentín Sarmiento –su nombre verdadero- juró y firmó como Domingo Faustino Sarmiento y, como tal, pasó finalmente al bronce.
Respecto de su apellido, los investigadores descubrieron que el apellido de sus antepasados era «Quiroga Sarmiento», pero esa designación llegó sólo hasta el mayor de sus tíos, José Manuel Eufrasio Quiroga Sarmiento. Por lo que tanto su padre Clemente como sus otros 10 hermanos fueron inscriptos sin el «Quiroga». Se cree que esto se debió a que el apellido Sarmiento se estaba extinguiendo.
Por último, y en rigor de verdad, el día de su nacimiento también es erróneo. En esa época se usaba el santoral para dar el nombre a los hijos. Por ello, San Faustino se festeja el 15 de febrero y San Valentín (el verdadero día de su nacimiento) el 14.
Y es que la verdad está en un documento histórico: el acta de bautismo del prócer.
El documento corresponde a la Iglesia La Merced de San Juan (Libro de Bautismos N. º 11 1798-1818, folios 55 vuelto y 56 recto del 15 de febrero de 1811). Esa es su acta de bautismo pues, en ese entonces, no existía un «Registro Civil» y esa función recaía en la Iglesia.
El texto dice textualmente: «En esta Iglesia Matriz de San Juan y Parroquia de San Jose un quince de Febrero de mil ochocientos y onse años; Io el teniente de cura puse Oleo y Crisma a Faustino Valentin de un dia hijo legítimo de Don Jose Clemente Sarmiento y de Doña Paula Albarracín«.