El sábado vence el plazo para presentar las listas de los aspirantes a presidir el partido que se enfrentarán en las urnas el 1 de diciembre.
Los peronistas lasherinos no quien saber nada, pero todo parece indicar que el ex intendente de San Rafael sería el “elegido” en las próximas elecciones internas del partido.
«Yo le dije a Emir que para mí es una de las personas que tiene autoridad dentro del peronismo, que no es intendente y tiene el tiempo que se requiere«, había reconocido la ultra kirchnerista Anabel Sagasti.
Y destacó: «Se lo dije a él y a todos los compañeros. Yo estoy para apoyar este proceso y la unidad no es un rejunte de referentes, sino que es unidad para discutir adentro cómo hacemos para reconciliarnos con los mendocinos, porque hace mucho que estamos tratando de dialogar con ellos y no nos miran«.
Ahora, el reconocimiento explícito del sector de Matías Stevanato, le da aún más sustento a la idea. Incluso el propio maipucino lo expresó en sus redes.
«Apoyo con firmeza y convicción la candidatura de Emir Félix a la presidencia del PJ mendocino. Su liderazgo y experiencia es clave para fortalecer nuestro partido y seguir trabajando por el bienestar de Mendoza. ¡Vamos por una nueva etapa de crecimiento y unidad!», posteó.
Todo indica que en la construcción que está gestando Emir Félix hay lugar para todos, e incluso para algunos dirigentes que ya hace rato no tienen cargos, pero que vendrían a aportar experiencia, templanza y territorialidad y ostentan apellidos de peso en el PJ como son Eduardo Bauzá y Daniel Cassia (Diario UNO).
Por ahora, esa mentada unidad a la que aspiran en el PJ sólo se vería empañada por la intención del Movimiento Evita de competir con su propia lista. Ese movimiento, que tiene bases más sólidas en Las Heras, pero que también posee ramificaciones en Guaymallén y Capital.
Una semana atrás, Lautaro Cruciani, secretario general del Movimiento Evita, se lanzó como candidato a presidir el PJ y pidió potenciar el partido para que vuelva a tener un rol preponderante como oposición.
Félix, por su parte, aún no dice ni pío. Y el PJ sanrafaelino no muestra ninguna señal.