La Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) anunció que ayer jueves se enviaron las primeras 299.423 cartas documento a beneficiarios que viven en Chaco, Ciudad de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, Tucumán, Mendoza, San Luis y Santa Fe.
Se trata de verificar si los usuarios de este subsidio cumplen con los requisitos básicos para cobrarlo, y a la vez asegurar que el beneficio llegue a quienes lo necesitan. Quien recibe este documento, es informado del día, horario y lugar en que será la auditoría, realizada por un médico prestador de PAMI.
Durante la cita, el profesional elaborará un informe sobre la documentación y estudios médicos vinculados a la incapacidad laboral presentados. El paciente deberá constatar que cuenta con una discapacidad que le impide ejercer su labor, la cual debe ser igual o superior al 66%.
Posteriormente, y dentro de los 30 días posteriores a la revisión, se deberá enviar una copia de toda la documentación y el certificado recibido por el prestador de PAMI a la ANDIS para verificar los datos recabados. En caso de que un usuario no se presente a la auditoría luego de varios llamados, su pensión podría ser suspendida.
Si bien de momento se comenzaron estas masivas auditorías en siete jurisdicciones, con el correr de los días se extenderán a más provincias. Al depender de la operativa de los correos, la distribución y el envío van por lotes. La idea es, a lo largo de los próximos meses, auditar a más de un millón de pensionados.
Ya en el último mes de 2024, de las 22.417 pensiones auditadas, solo el 20% cumplió con los requisitos establecidos. Unas 150 personas que «cobraban» la pensión habían fallecido tiempo atrás, 212 eran presos y, de hecho, en octubre se capturó a 14 prófugos que también la percibían.
Este operativo se da en medio del mega esquema de corrupción gestado durante años en la Andis. Durante la presidencia de Néstor Kirchner, la cantidad de personas que recibieron este subsidio incrementó en un 183%; durante el primer mandato de Cristina Fernández de Kirchner, en un 143% y en el segundo mandato, un 47,93; Mauricio Macri logró una caída de tan sólo el -1,9%; y Alberto Fernández acrecentó el número en un 18,46%. Se trata de cifras que no tienen precedentes ni siquiera durante épocas de guerra.