Un papelón olímpico, sin ninguna duda. Pero no de nuestra parte, sino de la organización de los Juegos Olímpicos en París.
En el complemento, el árbitro sueco Glenn Nyberg dio 15 minutos de descuento. Cuando habían pasado 24 segundos de ese tiempo adicionado, Cristian Medina anotó de cabeza el 2 a 2, desatando la locura de los hinchas marroquíes, que invadieron el campo de juego.
Nyberg suspendió el partido, los equipos se fueron a vestuarios y el público se retiró del estadio por pedido de las autoridades.
Dos horas después, la organización anunció que el partido se reanudaría con sólo tres minutos en juego y que el árbitro revisaría la jugada del gol del empate, ya que el VAR marcaba una posición adelantada de un jugador argentino.
Finalmente, el juez anuló el gol de Medina y dispuso el reinicio del partido. Fueron tan sólo tres minutos en los que Argentina no logró generar peligro, por lo que el resultado final fue 2 a 1 a favor de Marruecos gracias al doblete de Soufiame Rahimi. Descontó Giuliano Simeone.