El hecho ocurrió en el límite de Pareditas, San Carlos y San Rafael, cerca de las 22:30 horas de ayer.
Los sujetos se desplazaban en una camioneta Renault Kangoo con más de 10 piches muertos y eviscerados, perros de caza y armas blancas.
Un móvil policial los intercepto y cuando notaron la presencia de los efectivos, intentaron escapar y arrojaron al costado de la ruta, una bolsa con los animales que habían cazado. Sin embargo, fueron alcanzados, detuvieron su marcha, se logró identificarlos y a los pocos metros se encontró la bolsa con los animales sin vida.
Por directivas del Ayudante Fiscal en turno, se dispuso realizar las actas correspondientes a las tres personas por la falta a la ley de fauna. Además, se secuestró el vehículo y se entregó a personal de S.O.S Acción Salvaje, los animales eviscerados, que servirán de alimento para los animales que permanecen en recuperación en el lugar.
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En Mendoza se aplican una serie de multas, adheridas a una ley nacional de conservación, que se suman a posibles cargos penales.
“La persona que comete un delito en contra de la fauna silvestre va a tener que afrontar una causa penal, por el lado de la Justicia, y después una causa administrativa ante el Ministerio de Energía y Ambiente”, informó las autoridades.
Los montos de las multas son actualizados constantemente para que sean realmente significativos para el bolsillo del infractor. En el caso de una multa por cacería, puede llegar hasta los 7 millones de pesos por ejemplar cazado.
Entre los equipos que trabajan para controlar y disminuir los episodios de cacería se encuentran la Policía Rural, el cuerpo de Guardaparques y el cuerpo de inspectores del Departamento de Fauna.
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