Con un día fresco suele primar la elección de una comida de olla. Pero también es una buena opción una lasaña de carne. al horno, para levantarnos el ánimo. Algunos dirán que lleva tiempo prepararla, y sí. Pero vale la pena.
Vas a necesitar:
Para el relleno (boloñesa de carne):
500 g. de carne molida
2 pimientos rojos
2 zanahorias
2 dientes de ajo
150 g. de panceta (si tenés a mano)
2 cebollas grandes
250 g. de tomate natural (1 vaso aproximadamente)
250 ml de vino blanco (200 ml. aproximadamente)
1 cucharita colmada de orégano seco (o hierbas provenzales)
Sal y pimienta negra recién molida (al gusto de cada casa)
Para la lasaña: 12 láminas de lasaña (las que vienen en paquetitos)
Para hacer la bechamel:
125 g de harina de trigo de todo uso
125 g de mantequilla
1 litro de leche entera
Una pizca de nuez moscada (unos 4 g.)
Sal y pimienta negra recién molida (al gusto de cada casa)
Para finalizar y gratinar la lasaña: 100-120 g. de queso rallado Grana Padano (o mezcla con vuestro queso preferido para gratinar)
Se hace así:
Calentamos una olla grande de agua, la más ancha de casa. Cuando empiece a hervir echamos 2 puñados generosos de sal.
Introducimos las láminas de lasaña una a una sin que se toquen (para que no se peguen entre ellas). Removemos con una cuchara de madera y en unos 10 minutos sacamos las láminas. Las estiramos encima de unas hojas de papel absorbente de cocina. Parecerá que no están listas, pero se terminan de hacer en el horno.
El siguiente paso será lavar muy bien todas las verduras que vamos a emplear en el relleno.
Para hacer el relleno de lasaña de carne
Cortamos las verduras en trocitos pequeños para que se junten bien en la salsa. Las zanahorias las cortamos lo más fino posible. Para esto, es bueno usar el pelador de papas, porque a la hora de pocharlas si las tiras son gruesas no se hacen. Reservamos todo en un bol.
En otra ollita echamos aceite de oliva si tenemos, y si no, del común de girasol. Empezamos introduciendo pochando la cebolla y el ajo, cuando esté doradita, añadimos el resto de ingredientes.
Sofreímos todo a temperatura media durante unos 15 minutos y esperamos por la carne. Salpimentamos la carne al gusto y la echamos a la cazuela con la verdura. Dejamos que se pase durante 5 minutos y cuando veamos que va cambiando de color. Acá le agregamos el bacon o panceta en trozos muy pequeños, si tenemos. Vertemos un vaso de vino blanco y esperamos a que reduzca (otros 5 minutos a fuego medio).
Añadimos un vaso de tomate natural, echamos la cucharadita de orégano y rectificamos de sal y pimienta si hiciese falta (probamos la salsa para ver si está a nuestro gusto). Removemos la carne con las verduras y retiramos del fuego, dejamos enfriar un poco.
Precalentamos el horno a 200º C durante 15 minutos, lo justo para hacer el resto de la lasaña.
Mientras reposa la salsa vamos a preparar la bechamel (o slsa blanca), la podemos preparar más cremosa o más consistente dependiendo de las medidas.
Para montar la lasaña la cosa es muy sencilla. Ponemos en el fondo de la fuente unas cucharadas de la bechamel. Encima las láminas, una capa de la mezcla con la carne en cada lámina, otra vez la bechamel y así hasta tener 3 pisos.
Se pueden hacer las capas de lasaña que quieras, bueno las que te permita la fuente. Finalmente rematamos con una capa generosa de bechamel. Y para aquellos que le guste el queso, rallamos aquel que más nos guste, que sea especial para gratinar.
Horneamos en la bandeja del medio durante 15 minutos a 180º C y durante 3-5 minutos en la parte superior con el gratinador puesto para que se dore. Lista para comer, no hace falta reposo, del horno a la mesa.