El acto principal cumplió con su horario programado, ya que la marcha en totalidad llegó a las 17 al parlamento argentino. Con una estructura de 13 metros rodeada por personal de los gremios universitarios, la manifestación se hizo presente bajo el lema “se defiende, la UBA se defiende”, con un mensaje claro: que el Congreso no apruebe el veto de la ley de financiamiento universitario que el presidente Milei prometió para la medianoche.
La movilización arrancó durante el mediodía en el centro porteño y en distintas provincias del país. La Avenida de Mayo es el principal lugar de encuentro en CABA, donde se suele repetir la imagen de familias de dos o tres generaciones unidas, simbolizando su recorrido por la universidad pública.
Aunque el Parlamento estaba completamente vallado, los manifestantes no dejaron de expresar sus reclamos. “Libertad es poder estudiar“, se leía en los grafitis cercanos, destacando la importancia de la educación para el futuro de los jóvenes argentinos.
Entre las principales demandas se encontraba la de salarios dignos para los trabajadores universitarios y el rechazo a los recortes en el presupuesto educativo.
En Mendoza, en tanto, la marcha federal en defensa de la universidad pública en Mendoza convocó a una multitud, calculada en 30 mil personas según la UNCuyo y el Ministerio de Seguridad de la provincia. La manifestación reunió a los más diversos sectores de la sociedad.
Foto de Diario UNO
Una columna numerosa, que en principio ocupó por lo menos 15 cuadras, dio inicio a la movilización, en consonancia con las manifestaciones que se hicieron en todo el país, con epicentro en Buenos Aires. Entre los presentes se pudo observar al vicerrector Gabriel Fidel y otros dirigentes radicales como el legislador Marcelino Iglesias, el intendente de Godoy Cruz, Diego Costarellli, el de Capital, Ulpiano Suarez y el ministro de Educación, Tadeo García Zalazar. También estuvo el intendente de Junín y ex vicegobernador, Mario Abed, sorpresivamente acompañado por el peronista Marcelo Costa.