Publicó un video para saludar a los argentinos.
El presidente Javier Milei lanzó un mensaje de fin de año para todos los ciudadanos, donde sostuvo que estamos frente a una «catástrofe de proporciones bíblicas peor que la del año 2001».
«Desde el 10 de diciembre, hemos diseñado un plan de shock de estabilización, hemos achicado el Estado, hemos implementado una nueva doctrina del orden público y hemos impulsado 500 reformas, entre otras muchas iniciativas», comenzó diciendo.
«Lo cierto es que estas medidas fueron necesarias para intentar morigerar los efectos de la peor herencia de la historia. Estos son los primeros pasos para dar vuelta la página y dejar atrás de una vez y para siempre el modelo económico de la casta que hunde a los argentinos en la miseria, desde hace más de 100 años», continuó.
Y agregó: «El problema heredado es demasiado profundo: hablamos de una economía con 15 puntos de déficit consolidado, con una emisión monetaria de 20 puntos del PBI en los últimos 4 años, con precios pisados artificialmente en energía y transporte por hasta un quinto de su valor real, con un Banco Central sin reservas y con una inflación que en las últimas semanas alcanzó el 1,2% diario que, anualizado, implicaría alrededor de 7.500% anual».
«A menos que hagamos lo necesario ahora, nos dirigimos a una catástrofe económica de una magnitud desconocida para cualquier argentino vivo. Por eso, hemos enviado al Congreso de la Nación un proyecto de ley que puede determinar el destino de nuestra patria, con la convicción de que se aprobará en las próximas semanas», sostuvo el primer mandatario.
En un intento por despedir el 2023, el jefe de Estado señaló que «el próximo año será duro para todos», por lo que pidió «a todos los argentinos de bien que le reclamen a sus representantes la aprobación de esta Ley (en referencia a la Ley Ómnibus)».
Además, insistió en que «este puede ser el año donde dejemos atrás al modelo colectivista que nos hizo pobres y abracemos las ideas de la libertad», en defensa de sus medidas económicas que fueron fuertemente repudiadas por diversos sectores de la sociedad.
Finalmente, el primer mandatario se despidió como suele hacerlo a menudo: «Que Dios bendiga a los argentinos y que las fuerzas del cielo nos acompañen».