SI bien el primer ministro israelí aclaró que los ataques son contra el grupo terrorista, y no contra el Líbano, esta posibilidad abre la puerta a una escalada de proporciones impensadas por la implicancia automática de los países árabes que se mantienen en conflicto con Israel.
Además, Estados Unidos reconoció ayer que comenzó a reforzar sus tropas en medio oriente, lo que agregó tensión a la situación.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Herze Halevi mencionó la posibilidad de que su ejército ingrese en Líbano por tierra.
En la misma línea, el jefe del Mando Norte de las Fuerzas de Defensa de Israel, Ori Gordin, planteó que las tropas deben estar preparadas para una posible incursión militar en el país vecino. Además, fuentes militares aseguraron que ya realizaron operación de simulacros de maniobras terrestres sobre suelo libanés.
Estas declaraciones de la máxima cúpula militar israelí se dieron luego de bombardeos que el Ejército de Israel hizo sobre diferentes ciudades libanesas, incluida su capital, Beirut. Según el gobierno de Líbano, desde que comenzaron los ataques israelíes han muerto en territorio libanés 588 personas.
El portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichai Adrai, indicó a través de un mensaje en su cuenta en la red social X que los libaneses que abandonaron sus hogares tras los avisos de Israel no deben volver a ellos “hasta nuevo aviso”.
“A todos los residentes de aldeas libanesas que evacuaron sus hogares por su seguridad debido a la presencia de armas o elementos del grupo terrorista Hezbollah. Continúan las incursiones de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Por su seguridad, no regresen a sus hogares hasta nuevo aviso”, subrayó.
Por primera vez, las incursiones israelíes alcanzaron la localidad montañosa de Maaysra, al norte de Beirut, una zona de mayoría chiita en una región predominantemente cristiana.