Miles de afiliados de ATE y miembros de fuerzas de izquierda se agruparon en las inmediaciones de la Casa Rosada y se manifestaron en la puerta del Ministerio de Economía para protestar contra los despidos de unos 12.000 trabajadores estatales.
“Si el Gobierno no publica un listado con los supuestos ñoquis, tiene que determinar la reinstalación y el inmediato pago de las remuneraciones a todos los despedidos, porque hasta aquí no ha podido acreditar en ningún caso la causal invocada de la no prestación de servicios«, afirmó Rodolfo Aguiar, jefe de ATE.
Se produjeron momentos de tensión ya que el gobierno dispuso un amplio operativo de seguridad. A su vez, efectivos de la Guardia de Infantería de la Policía Federal rodearon la Plaza de Mayo en medio de la medida de fuerza del sindicato liderado por Aguiar.
Si bien, al igual que las anteriores concentraciones esta se llevó adelante con normalidad, la Policía de la Ciudad y la Federal se presentó una vez más con el objetivo de aplicar el protocolo propuesto por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y que se testeó por primera vez en la marcha del 20 de diciembre.
Al ver que la cantidad de convocados desbordaba las calles, los uniformados formaron un cordón y comenzaron los empujones entre estos y quienes intentaban cortar el paso en la zona de Plaza de Mayo.
«Resulta imperiosa la justificación de los despidos, ya que ha sido el propio Estado Nacional el que puso en revisión la planta transitoria. Debe existir una decisión fundada. Está quedando claro que el Gobierno nunca llevó adelante ni auditorías, ni relevamientos, y que tampoco verificó la asignación de funciones a cada agente. Con el despido de trabajadoras y trabajadores con 5, 10 y hasta más de 20 años de antigüedad quedó demostrado que no se trata de empleados que cumplen tareas estacionales o temporarias», agregó el titular de ATE en declaraciones a la prensa..