En ese sentido, busca achicar gastos y reducir personal.
El ministro de justicia Cúneo Lubarona, tiene como principal e inmediato objetivo, achicar gastos y mostrar austeridad. Asegura que perdió amigos y parientes por la necesidad de reducir la cantidad de empleados. Entre sus primeras medidas, cerró “una sucursal” del Ministerio en la ciudad La Plata, con más de 100 empleados, que funcionaba desde la gestión de Julio Alak. Además, redujo la cantidad de autos oficiales y de asesores. “Había 14 o 16 asesores solo para el ministro (Soria), yo tengo solo 4″, puntualiza.
En una entrevista con la prensa de medios nacionales, contó que los empleados «rompieron siete veces» el lector de huellas que sirve para marcar el presentismo, y tuvo que «poner una cámara para ver quién entra, quién sale y quién rompe».
«Veo escritorios vacíos, con gente sentada. Esto no puede seguir, estamos con un Estado enorme que genera gastos y hay que estar encima», dijo con gran indignación.
Para febrero, el ministro ya se puso otra matea: recorrer el interior del país. Quiere visitar Rosario, para reforzar la lucha contra el narcotráfico que lanzó el Gobierno, Mendoza, y pretende ver cómo funciona el sistema acusatorio en Jujuy y Salta. “Hay que visitar el interior, estoy en deuda con eso”, asegura.