A quiénes podría afectar la medida.
A raíz de una serie de dichos y acciones del Poder Ejecutivo, los gremialistas anticipan un posible recorte de los subsidios que reciben las obras sociales de los sindicatos, medida que el Gobierno podría tomar como parte de su plan de ajuste en miras al “déficit cero” e incluso como una suerte de represalia por el paro general del 24 de enero convocado por la CGT.
Los subsidios recibidos por las obras sociales de los sindicatos, gestionados por la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), actualmente a cargo de Gabriel Oriolo, podrían sufrir un fuerte recorte. La posibilidad comenzó a barajarse tras el paro general del 24 y en el marco de un continuo avance del Gobierno en recortes de diferente índole, sobre todo en áreas relativas a la educación, la salud y otros ámbitos sociales. Un indicio más fuerte llegó con el pedido, desde el Ejecutivo, de un informe sobre los fondos que reciben los sindicatos para sus servicios de salud.
Por el momento, se solicitó “la elaboración de un informe de todos esos fondos” destinados a los gremios para evaluar su funcionamiento, declaró una fuente reservada de la Presidencia. En diálogo con el mismo medio, el secretario de Acción Social de la CGT José Luis Lingeri explicó que, mientras el gobierno de Alberto Fernández se comprometió el año pasado a pasarles $132 mil millones para cubrir gastos adicionales de las obras sociales, los sindicatos sólo recibieron $70.000 millones en enero de este año. De este modo, el dirigente destacó la insuficiencia del dinero con el que cuentan y sostuvo que “el panorama es muy incierto”.
El Gobierno ya había cuestionado el rol de los sindicatos en las prestaciones de salud con el lanzamiento del DNU 70/23, que implementó la posibilidad de que los trabajadores puedan optar por una obra social diferente a la ofrecida por la rama gremial de su rubro durante el primer año de empleo. El 3 de enero pasado, seis días después de que la CGT anunciara el paro general, Manuel Adorni se refirió al tema en conferencia de prensa.
«Nos gustaría remarcar que en esta eliminación de privilegios de la casta, por ejemplo, uno es la libre elección de obras sociales, algo que tal vez para muchos pueda ser intrascendente, pero es importante que uno tenga la libertad de elegir apenas tiene un empleo en blanco para no quedar sujeto al sindicato de la actividad para la que trabaja», expresó el vocero presidencial en ese entonces.
Por otro lado, agregó que la medida significa también «eliminar privilegios de lo que llamamos la casta sindical», aunque aclaró que «no de todo el sindicalismo», sino de «de una parte que dejan presos de sus cajas y de sus obras sociales a los empleados».