El presidente Javier Milei saludó ayer, domingo, al papa Francisco en la Basílica de San Pedro en el marco de la misa de canonización de María Antonia de San José de Paz y Figueroa, la laica conocida como Mama Antula, que se convirtió en la primera santa argentina de la historia.
Tras la misa, Francisco se acercó a saludar a Milei en su silla de ruedas antes de dejar la Basílica y los dos jefes de Estado se despidieron con un abrazo, en un saludo que no estaba previsto y que se dió a menos de 24 horas de la audiencia privada que ambos tendrían hoy en la biblioteca papal del Palacio Apostólico.
Respecto al encuentro de hoy, Milei, anticipaba: «vamos a tener un diálogo muy fructífero, igual que cuando hablamos por teléfono apenas asumí. Y ojalá que tengamos la posibilidad de que la salud del Papa esté en condiciones como para que venga a visitar a los argentinos».
Hoy, a las 9 de la mañana de Roma (5 de la madrugada en Argentina), el pontífice recibió al mandatario en una audiencia privada luego de la que también saludó a la delegación presidencial.