Según un estudio difundido por la periodista Adriana Lui, “el granizo chico se está reduciendo, pero el grande, el más dañino, se está incrementando” como consecuencia del calentamiento global.
Así lo señala un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos (IPCC) sobre Cambio Climático. La frecuencia y la intensidad de algunos eventos extremos, como las olas de calor y las tormentas, han aumentado, con lo que asistimos por ejemplo, a la tormenta de granizo de este lunes azotó distintos puntos de Mendoza, especialmente San Rafael, fue catalogada como un “hecho extraordinario sin precedentes” y afectó cerca de 4.000 hectáreas productivas en el sur provincial, según informó Defensa Civil.
Juan Rivera, doctor en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos e investigador del Conicet, señaló en diálogo con El Sol que diversos estudios a nivel global evidencian que “el granizo chico se está reduciendo, pero el grande, el más dañino, se está incrementando” como consecuencia del calentamiento global.
“La frecuencia de ocurrencia de eventos de precipitaciones extremas se incrementó en las últimas décadas, lo cual se vincula a un aumento en la temperatura global que favorece un incremento en la cantidad de vapor de agua disponible en la atmósfera. Ese vapor de agua, junto con las temperaturas en los meses cálidos, son el combustible para el desarrollo de tormentas potencialmente severas”, señaló Rivera.
Rivera comentó que actualmente no existen investigaciones en Mendoza sobre la frecuencia de las tormentas severas y el tamaño del granizo. Una de las dificultades que se da es por el acceso a los datos para realizar los estudios. Hace algunos años llegaron a la provincia científicos de diversas partes del mundo, en particular de Estados Unidos, para investigar las tormentas convectivas en la región central de Argentina, en el marco del proyecto RELAMPAGO.
Esta iniciativa tuvo participación de investigadores del Conicet y con las mediciones realizadas en esa campaña se generaron varias publicaciones científicas que ayudan a comprender mejor los fenómenos de tiempo severo en nuestra región.
En particular, en el caso del granizo, estudios en Estados Unidos y Europa dan cuenta de un crecimiento en la frecuencia de ocurrencia de granizo de gran tamaño, lo cual se asocia al incremento en la temperatura global.
“Las corrientes ascendentes dentro de las tormentas son cada vez más intensas y eso favorece el crecimiento de granizos de gran tamaño. Incluso las proyecciones futuras dan cuenta de que existe una dependencia directa entre mayores emisiones de gases de efecto invernadero y mayor diámetro de granizo. Es interesante mencionar que los estudios dan cuenta de una reducción en la frecuencia de eventos de granizo pequeño, lo cual manifiesta un cambio hacia condiciones cada vez más severas en relación con los hidrometeoros asociados a tormentas”, detalló.