Desde hace meses, no tienen respuestas.
Un grupo de vecinos de calle Laprida, entre Guisasola y Santa Fe, denunciaron que desde hace meses padecen la pérdida de líquidos cloacales debido a la rotura de un caño.
«Cae todo a la cuneta», detallaron con lo que eso significa olores nauseabundos en la zona. Los desechos, a su vez desembocan en el arroyo Claro, cercano al lugar indicado.
«Es insoportable el olor, hace más de seis meses que está eso así y todavía nada», declararon haciendo referencia a la falta de respuestas frente al constante reclamo.