Un megaoperativo sin precedentes, se llevó a cabo en la provincia de Buenos Aires, con allanamientos en 65 ciudades, con el despliegue de más de 1.140 efectivos para desarticular redes que operaban en la producción y distribución de material de abuso sexual infantil.
Así, se logró rescatar a 70 menores de edad víctimas de estos aberrantes deitos, en tanto que 20 personas resultaron detenidas, y otros 112 individuos quedaron imputados.
La investigación comenzó nada menos que en la cárcel de Florencio Varela, donde la policía descubrió que dos celdas habían sido acondicionadas como “búnkeres” para almacenar y distribuir imágenes de abuso sexual infantil. Allí, los oficiales hallaron varios celulares y una computadora que los internos utilizaban para gestionar el tráfico de contenido ilegal. Además, habían instalado una aplicación que simulaba ser una calculadora, pero en realidad permitía el acceso a carpetas ocultas donde almacenaban las imágenes y videos.
Así, se abrió una gran investigación para descubrir las ramificaciones que terminó en 115 lugares inspeccionados, en 65 ciudades de la provincia de Buenos Aires, entre ellas Avellaneda, Lanús, Bahía Blanca, Tres Arroyos, Junín, La Matanza, La Plata, Lomas de Zamora, Ezeiza, Mercedes, Morón, Pergamino, Quilmes, San Isidro y San Martín.
Como resultado, los agentes secuestraron 528 dispositivos de almacenamiento y 260 teléfonos celulares, además de varias armas de fuego. En 32 de los registros se realizaron triages, es decir, revisiones de los contenidos en los dispositivos in situ para asegurar la integridad de las pruebas.
La Dirección de Investigaciones en Cibercrimen de la Policía bonaerense, la División de Delitos Cibernéticos contra la Niñez y Adolescencia de la PFA, y la Dirección de Cibercrimen de la Policía porteña, además de las DDI y DUOF de diferentes jurisdicciones, colaboraron en el megaoperativo.